Yogur búlgaro

Producto puramente búlgaro y único

Si hay algo con lo que los búlgaros se sienten especialmente orgullosos, una parte de remota e historia histórica, es tradicional e influenciada por la gastronomía. Gracias a su localización geográfica, Bulgaria está siempre entre Europa y Asia, ofreciendo una gran diversidad culinaria en este pequeño país balcánico. Sin embargo, destaca un producto que ocupa un lugar muy especial en los corazones búlgaros y este es el yogur.
El yogur búlgaro o Kiselo Mlyako, tal y como lo llaman los propios búlgaros, se encuentra presente en las recetas nacionales, además de ser uno de los productos más consumidos anualmente en todo el país, según la Agencia Nacional de Estadística y Consumo.
El yogur por sí tiene cualidades muy beneficiosas para el organismo humano.
En 1905 un estudiante búlgaro de Medicina en Suiza llamado Stamen Grigorov, descubrió la bacteria sensible de la fermentación después de haber examinado la microflora del yogur búlgaro. Esta bacteria, que es la causante del yogur original, tiene el nombre de bacillus bulgaricus, aunque hoy en día es internacionalmente conocido entre la comunidad científica como Lactobacillus bulgaricus.

Al mismo tiempo, el Premio Nobel de Medicina Iliya Metchnikoff que trabajaba en el Instituto Pasteur de París, perdió como referencia al joven médico Grigorov y su investigación acerca del yogur, con el objetivo de responder a la pregunta de por qué los campesinos búlgaros disfrutaban una longevidad más elevada que el promedio de Europa en aquel entonces, las condiciones de vida en las que vivían. Así, en 1908 el dr. Metchnikoff publica son teorías que aseguran que dicha esperanza de vida se debe al alto consumo de yogur entre los búlgaros y más específicos, a la bacteria que contiene en su interior. Metchnikoff llegó a la conclusión que la bacteria Lactobacillus bulgaricus, tal y como propio nombre indica, puede ser producida soló en Bulgaria y en algunas regiones cercanas a la península Balcánica, las condiciones climatológicas que presentan parte del continente del continente del continente del continente. De hecho, en otros climas, la bacteria puede perder sus cualidades, degenerar y hasta morir.
Así, tuvo la excelencia de un abuelo en yogur y el mundo se encuentra en Bulgaria, en la casa natal del biólogaro Stamen Grigorov, ubicado en el pueblo de Studen Ízvor, cerca de Sofía.
En los últimos años, efecto sobre la salud llegó hasta Asia, siento muy apreciado en Japón donde adquirimos sus patentes. Es interesante que Japón produce y distribuye yogur búlgaro no solo y nivel nacional, sino que exporta a otros países del continente asiático como China, Singapur o Tailandia.
Sin embargo, pongamos en duda que el yogur búlgaro pueda ser disfrutado de la misma manera en el continente asiático que en el corazón de los Balcanes, acompañado de una rica banca o simplemente con un poco de mermelada. Y puesto que estás aquí, ¡que aproveche!

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